EXPERIENCIAS EN JAPÓN
Informe de Catalina Flores
Segundo Lugar - Concurso de Oratoria del Idioma Japonés a nivel Centroamericano y del Caribe
Octubre de 2015
Durante el proceso del Concurso de Oratoria, una de las cosas que más me pregunté fue ¿por qué quería ir a Japón? Las razones eran muchísimas, pero todas respondían a un solo deseo: definitivamente quería experimentar por mí misma el encanto de este maravilloso país.
Sin embargo, a pesar de ser el momento más feliz de mi vida, la verdad es que por ratos me moría de ansiedad. "Y si el Japón de verdad no es tan maravilloso como me lo imaginé todo este tiempo… ¡se me va a romper el corazón!", "y si en realidad no logro comunicarme bien en japonés… ¡¿qué hago?!" … Esta "cita a ciegas" me estaba volviendo loca.
Pero, poquito a poco, conforme me acercaba a Japón, mis preocupaciones desaparecieron.
Sin importar donde fuera, los sonidos, colores, fragancias, ¡sabores! ¡Todo, absolutamente todo era nuevo y fascinante! Se me quería explotar el corazoncito de tanta emoción. Vivir en Japón resultó ser mucho más hermoso de lo que jamás imaginé.
Desde sentir la lluvia en mi cara al ver pasar el primer tren, el conbini y las máquinas expendedoras de la estación, la vista desde mi cuarto en el Instituto, hacer karaoke y dar paseos con los compañeros, ir a templos, subir en un tren bala, hasta disfrutar de un hotel estilo tradicional con sus aguas termales y comida japonesa… Cada "primer experiencia" en Japón, se convirtió en uno de mis recuerdos más preciados. Desde lo más cotidiano hasta lo más sofisticado, saboreé despacito cada momento del viaje. Con cada cosa y lugar que disfrutaba, podía sentir el espíritu de Japón y eso me llenaba de alegría.
No obstante, esta belleza no existe por sí sola, sino que nace en su gente, y yo pude experimentarla gracias a ellos. Los japoneses (¡y en especial los habitantes de Osaka!) tienen un gran corazón, y más aún cuando me encontré en apuros, me ayudaron con toda la paciencia y cariño. A todo el personal del Instituto de Idiomas de Kansai y a mis compañeros del programa, ¡gracias por su esfuerzo! ¡Las aventuras que pasamos las llevo conmigo siempre!
Ciertamente, muchos sueños de la infancia desaparecen cuando nos hacemos adultos. Pero, si alguno de ustedes también creció deseando fervientemente conocer Japón, por favor ¡luchen por su sueño y no lo dejen escapar! ¡Les deseo lo mejor en el Examen y en Oratoria!
Y cuando lleguen, aprovechen cada segundo, porque será el viaje más hermoso de sus vidas.
