PALABRAS DEL SEÑOR MAMORU SHINOHARA, EMBAJADOR DEL JAPÓN
EN OCASION DE LA CEREMONIA DE CONDECORACIÓN A LA SEÑORA SONIA PICADO SOTELA
MINISTERIO DE RELACIONES EXTERIORES Y CULTO, SALÓN DORADO
JUEVES 22 DE ENERO DE 2015, A LAS 16:00 HORAS
Excelentísima Señora Zarela Villanueva Monge,
Presidenta de la Corte Suprema de Justicia
Excelentísimo Señor Alejandro Solano Ortiz,
Ministro a.i. de Relaciones Exteriores y Culto
Honorable Señora Monserrat Solano Carboni,
Defensora de Los Habitantes
Honorable Señora Sonia Picado Sotela,
Presidenta del Consejo Asesor de la Seguridad Humana
Excelentísimo Señor Víctor Manuel Monge Chacón, Embajador, Director General de Protocolo y Ceremonial del Estado
Excelentísimos Señores y Excelentísimas Señoras Embajadores y Embajadoras presentes el día de hoy.
Representantes de los Organismos Internacionales,
Estimados Invitados,
Muy buenas tardes. Es para mí un gran honor dirigirles algunas palabras al inicio de esta ceremonia en ocasión de condecorar a la señora Sonia Picado Sotela con la "Orden del Sol Naciente, Estrella de Oro y Plata".
Mi función es presentar a Doña Sonia y mencionarles en que consiste la condecoración. Aunque creo que no es necesario presentar a Doña Sonia, voy a hacerlo muy brevemente.
Doña Sonia comenzó su carrera profesional como profesora de derecho en la Universidad de Costa Rica y se convirtió en la primera mujer Decana de la Facultad de Derecho de esa institución académica. Estoy seguro de que varios funcionarios de la Cancillería fueron sus alumnos en la universidad. También enseñó en otras universidades, incluyendo la Universidad de Columbia de los Estados Unidos.
Doña Sonia no se detiene ahí, sino que también amplía sus actividades en las áreas de la diplomacia, la política y los derechos humanos. Además, ella se desempeñó como Embajadora de Costa Rica en los Estados Unidos; Diputada de la República de Costa Rica y Presidenta de un partido político influyente que no ocupa el poder actualmente; también Jueza y Vicepresidenta de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Hasta hace poco, ocupó la Presidencia del Instituto Interamericano de Derechos Humanos y ha encabezado un número importante de delegaciones y misiones internacionales.
Doña Sonia también ha sido una buena amiga de Embajadores Japoneses en Costa Rica y en Nueva York. Lamentablemente, el Representante Permanente del Japón ante las Naciones Unidas, el Embajador Yoshikawa, no puede participar en esta ceremonia del día de hoy, aún así, el señor Yoshikawa también reitera su sincera felicitación a la señora Sonia Picado.
Doña Sonia ha sido muy activa y es una herramienta clave en el esfuerzo de integración de la seguridad humana en la agenda de las Naciones Unidas, conjuntamente con la señora Sadako Ogata quien se desempeñó en el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados de 1991 (mil novecientos noventa y uno) al año 2000 (dos mil) y posteriormente como Presidenta de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón.
En 1999, bajo la iniciativa de Japón, el Fondo Fiduciario para la Seguridad Humana se estableció en las Naciones Unidas, y en el año 2003 (dos mil tres), el Consejo Asesor de Seguridad Humana se estableció sobre el uso eficaz de este Fondo. Doña Sonia fue miembro fundador de este Consejo Asesor en su establecimiento y desde el año 2011 ha sido la Presidenta del Consejo. El Fondo Fiduciario ha brindado hasta ahora asistencia a unos 220 (doscientos veinte) proyectos en 90 (noventa) países, por un monto total de 450 (cuatrocientos cincuenta) millones de dólares. En Costa Rica, se está apoyando un proyecto en la zona fronteriza con Panamá para ayudar a los migrantes temporales en esta región.
Por lo que he destacado hasta el momento, es natural que Doña Sonia Picado sea condecorada por su enorme contribución a la humanidad, con la "Orden del Sol Naciente, Estrella de Oro y Plata", una de las condecoraciones más importantes de Japón.
Antes de terminar mí intervención, me gustaría aprovechar esta oportunidad para expresar mi más sincero agradecimiento al Señor Canciller, al Señor Canciller, a. i. y al Director General de Protocolo, Embajador Víctor Manuel Monge, por su generosidad ya que nos ha permitido organizar esta importante ceremonia aquí en la Cancillería, tomando en cuenta los logros de Doña Sonia para Costa Rica y conforme al propio deseo de Doña Sonia. Muchas gracias, señor Canciller, a. i. y Embajador Monge.
También agradezco a mis colegas Embajadores por acompañarnos en la celebración de esta ceremonia de condecoración. Su distinguida presencia engalana este reconocimiento internacional otorgado a Doña Sonia por sus logros.
Por último pero no menos importante, como amigo de Costa Rica y de toda América Latina, les deseo muchos éxitos en la Cumbre de la CELAC, que se celebrará la próxima semana. Muchas gracias.
Embajador Extraordinario y Plenipotenciario del Japón en Costa Rica
